27 de junio de 2010

Alemania-Inglaterra: del gol fantasma de Hurst al no gol de Lampard

Cuando escribo estas líneas, han pasado pocos minutos desde que Alemania derrotara a Inglaterra por 4-1 en partido correspondiente a los octavos de final del Mundial de Fútbol de Sudáfrica. Aunque un marcador semejante difícilmente puede ponerse en duda, lo cierto es que el resultado es un poco engañoso.

En la primera parte, casi sin avisar y con no demasiado esfuerzo, los alemanes se pusieron rápidamente en ventaja. En menos de media hora ya contaban con dos goles a favor y parecía que aplastarían a los ingleses. Pero los germanos se echaron para atrás, apostando claramente por el contraataque, y cedieron la iniciativa a los ingleses. Los de Capello no tardaron en lograr el descuento y si no consiguieron el empate fue por la incompetencia, por no decirlo de otra manera, del árbitro y de los líneas quienes no vieron (o no quisieron ver) un clarísimo gol de Lampard.

Un remate del jugador del Chelsea dio en el travesaño y picó alrededor de un metro dentro del arco para volver a salir. Todo el mundo, desde el portero alemán hasta el más fanático hincha de la Nationalmannschaft, supo que era un gol clarísimo. Todo el mundo excepto el árbitro uruguayo Larrionda, quien sin inmutarse ordenó que el juego siguiera.



De haberse consignado, el empate tal vez hubiera dado a los ingleses ese empuje que tan necesario les era y que no mostraron en ningún momento desde que pisaron suelo sudafricano.

El hecho de que el legítimo gol de Lampard no haya subido al marcador compensa, en cierta forma, el todavía polémico gol fantasma de Geoff Hurst en la final del Mundial de 1966. Ingleses y alemanes disputaron aquella final en suelo británico. Ya en el alargue y luego de haber empatado 2-2 en los 90 minutos reglamentarios, un remate del inglés Hurst dio en el larguero y picó fuera de la portería, pero el árbitro, a instancia de uno de los jueces de línea, dictaminó que había superado la línea de gol y lo consideró un tanto válido. Ese gol fantasma hundió a los alemanes que finalmente cayeron derrotados por 4-2.



Hoy el fútbol volvió a demostrar que, aunque tarde, siempre hace justicia. Y es que han tenido que pasar 44 años para que un árbitro se equivocara en favor de Alemania.

Desde hoy el legítimo no gol de Lampard pasa a ocupar un lugar destacado junto a la “Mano de Dios” de Maradona en la galería de afrentas arbitrales sufridas por la escuadra nacional inglesa.

Pero este error, que evidentemente pudo haber cambiado el partido, no exime de culpa a los de Capello. Inglaterra era uno de los grandes candidatos a ganar el título este año. Desde que el técnico italiano se hiciera cargo de la selección, los ingleses solo sabían de victorias y de inercia ganadora. Si a eso se añade que contaban con un plantel conformado por futbolistas de probada calidad en las grandes competiciones europeas, era lógico pensar que se podía esperar bastante de ellos.

La marca Capello, a la que sus principales defensores le han añadido con los años la coletilla de “ganador infalible”, reforzaba la creencia de que por primera vez en mucho tiempo los inventores del fútbol estarían en condiciones de disputar el título.

Claro que al tratarse de un equipo de Capello nadie en su sano juicio podía esperar buen juego. Pero lo que sí se daba por sentado es que sería un equipo muy difícil de derrotar, sólido en defensa, peligrosísimo en las transiciones defensa-ataque y áspero para el rival. Aunque su técnico fuera italiano, se esperaba de Inglaterra que al menos mantuviera las típicas señas de fútbol inglés, las que se suponen debieran ser básicas en su combinado nacional: brío en el juego, solidaridad y entrega sobre el césped, orgullo por la camiseta y sudor, mucho sudor. Justo todo lo que no mostró Inglaterra en su corta estancia en esta Copa del Mundo. No ha sido ni un equipo típicamente de Capello ni típicamente inglés. Sólo un rejuntado de futbolistas de los que se esperaba mucho, tal vez demasiado, y que no han hecho más que llevar frustración una vez más a su afición.

Y de Alemania qué decir. Simplemente que no es tan fiera como la pintan. Tiene querencia por el contraataque y a sus mediocampistas les gusta tirar paredes. Contra Inglaterra le salieron casi todas las veces que lo intentaron, pero da la sensación que su efectividad se debió más a la baja intensidad en la marca y a la mala colocación de los jugadores ingleses, que a un engranaje perfecto de los dirigidos por Joachim Löw. Con quien se enfrenten en semifinales, sea México o Argentina, a buen seguro que no lo tendrán tan fácil. Cualquiera de estos dos equipos, como mínimo, raspará más que los ingleses.

PD1: Argentina derrotó finalmente a México, como ya lo hizo en el Mundial de 2006. Como en aquella ocasión, se enfrentará a Alemania en cuartos de final. Esperemos que esta vez el resultado favorezca a los dirigidos por Maradona. Las dos últimas veces que ambas selecciones se enfrentaron (final de Italia 90, cuartos de Alemania 2006) los germanos cantaron victoria. Pero para cantar, mejor cantar aquello de la Gorda Serra Lima, eso de "...la tercera es la vencida, te lo juro por mi vida y yo no soy de juraaaaar...".

PD2: Si dejamos afuera a los alemanes y ganamos el mundial, me disfrazo de María Martha. Va en serio.



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25 de junio de 2010

El indomable Jabulani

En España la película Good Will Hunting, dirigida por Gus Van Sant e interpretada por Matt Damon y Robin Williams, se conoce por el título de El indomable Will Hunting (En busca del destino en Latinoamérica). Para hablar del balón con el que se está jugando el Mundial de Fútbol de Sudáfrica podríamos jugar con el título español y hablar de El indomable Jabulani, tal es el nombre con el que han bautizado a la pelota oficial de la Copa del Mundo.

Como suele ocurrir con los que ocupan despachos y altos cargos, los directivos de la FIFA son propensos a tomar decisiones arbitrarias y de sentido discutible. Además de pensar cómo hacer más y más dinero, quienes dirigen el cotarro del fútbol planetario tienen otra obsesión que va directamente conectada a la anterior: pensar cómo hacer el fútbol más atractivo, cómo potenciar el espectáculo que se ve sobre el terreno de juego.

Y como en este bendito deporte las mayores emociones vienen dadas por los goles llegó un día en que los de la FIFA llegaron a la conclusión de que lo que hacía falta eran más goles por partido. Ya a finales de los años 80 sopesaron incluso la posibilidad de agrandar las porterías. Afortunadamente terminaron desechando una idea que, de haberse llevado a cabo, hubiera convertido en héroes nacionales a Julio Salinas, al Cuqui Silvani, a Josemari, al brasileño Muller y a tantísimos otros delanteros fallones y de escaso gol.


Puro apariencia. Estéticamente, la Jabulani es hermosa pero
sus prestaciones son horribles.

Descartada la modificación de los arcos, los jerarcas de la FIFA se cebaron con la pelota. Y al bueno del balón empezaron a pedirle de todo. Que sea más liviano, que haga movimientos extraños para complicar a los guardametas, que su vuelo sea más rápido... Estos fueron los nuevos objetivos fijados. Y a ello se pusieron hasta que lograron jubilar (¿jabulanear?) a pelotas del estilo de las maravillosas Tango (usadas en los mundiales de Argentina 78 y España 82), la insuperable Azteca (la pelota de mis sueños, usada en México 86) o la Etrusco Único (Italia 90).

Ya a partir de entonces la cosa se empezó a torcer y los balones se fueron haciendo cada vez más livianos. El asunto empezó a tornarse alarmante en Alemania 2006 con el Teamgeist, “el primer balón sin costuras y sellado térmicamente”. Todo muy lindo pero las prestaciones de la pelota eran bastante horribles. Y del Jabulani qué decir. Simplemente que se lleva la palma, es una aberración que atenta contra la práctica del fútbol.

Estéticamente Jabulani es hermosa. Pero su uso revela que es un horror. Al más mínimo toque, la pelota sale disparada. Los cambios de frente se tornan imposibles de controlar. Cuando toma velocidad, no gira, sólo hace extraños movimientos que desconciertan a los porteros y desvirtúan el sentido del juego. Hay jugadores como Cristiano Ronaldo que tienen un disparo horroroso pero que en los tiros libres se ven favorecidos gracias a estos subproductos. Hasta el más inútil y debilucho de los jugadores es capaz de meter un trallazo por la escuadra desde larga distancia.



Insuperable. Con un balón Adidas Azteca como éste, Diego Maradona
firmó contra los ingleses sus dos goles más conodicos.



Con estos balones que parecen más bien pelotas de playa, cualquier coquinazo puede acabar en la red. Y si uno le pega con comba o de chanfle, el esférico rara vez adquiere el efecto deseado. Las virtudes y los defectos de antaño ahora se ven invertidos por culpa de esta nueva generación de pelotas horrendas.

Hasta la dialéctica futbolera se ve afectada. Y eso sí que es grave. La gente del fútbol (relatores, periodistas, jugadores, técnicos, aficionados) estamos acostumbrados a hablar de “el cuero” o de “la de cuero”. Pero resulta que Jabulani no es de cuero sino que está hecha al 100% de materiales sintéticos. Si no se rectifica y se sigue jugando con Jabulanis y similares, quienes no gustamos de las imprecisiones ya no podremos seguir refiriéndonos a la pelota como “la de cuero”. Obviamente tampoco diremos cosas como “pasame la de materiales sintéticos” o “el defensa rechazó la térmicamente sellada”. Simplemente nos tendremos que conformar con frases más prosaicas y contundentes del estilo de “dame esa pelota de m.....”.

¡Basta de aberraciones! La FIFA debería ocuparse de volver a los balones de toda la vida, los que no adquieren vuelos sobrenaturales. Aquellas pelotas a las que uno de chico untaba con grasa animal para cuidar el cuero y que eran un placer oler. Y aunque eran un tanto incómodas, uno tampoco tenía demasiados problemas en dormir abrazado a ellas. Me imagino que dormir hoy abrazado a una Jabulani debe ser como hacerlo con una mujer adicta a la cirugías estéticas y al bótox, tipo la presidenta argentina Cristina Kirchner o la duquesa de Alba. También en asuntos balompédicos lo natural siempre es mucho mejor que el plástico.


Más información sobre Jabulani:
Expectativas (Enric González)
Lo del Jabulani no es para tanto (Video de RTVE sobre un estudio científico acerca de Jabulani)
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24 de junio de 2010

España-Chile: saltarán chispas

A la espera de lo que pueda suceder esta tarde con Italia y luego de la comodidad y suficiencia con las que Inglaterra y Alemania aseguraron su clasificación (¡se enfrentarán en octavos!), la final de la fase de grupos del Mundial de Fútbol de Sudáfrica se cerrará con un partido que promete ser vibrante y no apto para cardíacos: España-Chile.

Los chilenos son líderes de grupo y tienen serias opciones de clasificar. Pero una derrota ante España y una victoria de Suiza (dependiendo de los goles que se marquen en ambos partidos) los podría dejar fuera. España, por su parte, no tiene otra que ganar si no quiere vacaciones anticipadas.

Y aquí viene lo bueno. Se trata de dos selecciones que coinciden en su vocación ofensiva. Ambos conjuntos tiene perfectamente asumido que la gracia del juego reside en ser protagonistas del mismo, en adueñarse del balón y enfilar con dirección a la portería contraria, aún cuando eso suponga dejar espacios atrás.


Hasta la victoria siempre. Bielsa mandará a sus muchachos
al ataque, como es habitual en él.

España dispone de más recursos técnicos, jugadores más versátiles y con más calidad. Su juego es más armónico, vistoso y dispone de más variantes que su rival de mañana. Pero su predilección por el tiqui-taca la vuelve en ocasiones un tanto barroca y su falta de remate final a veces, como ocurrió en el enfrentamiento contra Honduras, le da un punto exasperante.

Chile es más impaciente y directo. Cuando sus jugadores tienen el balón buscan llegar al área rival en veloces transiciones. Básicamente, sale a arrasar a su rival, a abrumarlo. Tiende a desatar un vendaval ofensivo sobre sus contrarios. Es puro vértigo. Genera muchas opciones de gol pero falla demasiadas.

Quien piense por un instante que los sudamericanos saldrán mañana a especular y que cederán tranquilamente la iniciativa a los dirigidos por Del Bosque, se equivoca. La batalla por el balón será una de las claves del encuentro. Chile lo disputará fieramente. Otra cosa es que consiga algo que parece casi imposible: quitarle el dominio de la pelota a los europeos. Mañana, si cabe, ambos equipos redoblarán sus apuestas. Habrá vértigo, nervios, riesgo de infartos y goles.

Los defensas y los arqueros tendrán mucho trabajo. Bielsa es un obseso del ataque por las bandas. Justamente son esos los puntos más flojos de España. Por ahí percutirán insistentemente los jugadores chilenos. El equipo de Del Bosque, por su parte, se enfrentará por primera vez en este mundial a un rival que saldrá a jugarle de tú a tú. Un rival que dejará mucho espacio atrás, lo que supone un caramelo para gente como Xavi, posiblemente el mejor pasador del fútbol mundial, y delanteros como Villa y especialmente Fernando Torres.

Lo de El Niño es un caso llamativo. Rinde mucho mejor en su club, el Liverpoool, que en la selección. La clave parece estar en que a España la mayoría de los rivales la esperan metidos todos atrás, con las líneas muy juntas sin dejarle casi espacios para que puedan desplegar todo su juego. En esas situaciones, cuando se ve encerrado entre defensas, Torres se convierte casi en un delantero vulgar, alguien que resta más de lo que suma. En Inglaterra, en cambio, su equipo juega al contragolpe. En espacios amplios, con muchos metros para explotar su potencia y velocidad, Torres puede ser letal. Algo bastante parecido le sucedía a Gabriel Batistuta. Mañana Chile, inevitablemente, dejará más espacios de los que le dejaron Suiza y Honduras.


Oportunidad. Chile dejará espacios en defensa, lo cual puede favorecer
el juego de Fernando Torres.

Yo no sé que harán quienes lean estas líneas mañana a eso de las 20:30 hora española. Yo sé que tendré mi mesa dispuesta con sus correspondientes papas fritas y montaditos, la heladera bien provista de latas de cerveza muy, muy frías, la tele encendida y el corazón palpitando, esperando ver un espectáculo a la altura de las expectativas y deseando que al final España y Chile pasen a los octavos. No hay que olvidar que de esta llave saldrá el rival de Brasil en octavos. Y está claro que España o Chile pueden suponer una mayor amenaza para la canarinha que Suiza, la otra selección en discordia (para que clasifique Honduras debería ocurrir un milagro milagrosísimo).



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21 de junio de 2010

Luis Fabiano emula a Pelé y a Tulio en una misma jugada


Pícaro. Luis Fabiano la acomoda con el brazo
en la jugada de su segundo gol ante Costa de Marfil.

Ni bien Luis Fabiano marcó su segundo gol (y el de su equipo) ante Costa de Marfil, automáticamente me puse a aplaudir y pensé: “Hizo un gol parecido al que le marcó Pelé a Suecia en la final del Mundial de 1958”.

Aquel gol de Pelé, uno de los más conocidos de la historia de los mundiales, fue mucho más lindo. Pero el del actual delantero del Sevilla no estuvo nada mal. Aunque cuando vi la repetición, recién ahí pude apreciar que se la había llevado dos veces con la mano. Entonces más que de Pelé me acordé de Tulio y el gol que le metió a Argentina en la Copa América de 1995 celebrada en Uruguay. Tulio, que brilló en el Botafogo pero no en la selección, bajó la pelota de manera descarada con su brazo izquierdo dentro del área grande y terminó doblegando al arquero argentino. Brasil nos dejó afuera pero para consuelo nuestro los uruguayos, liderados por un enorme Enzo Francescoli, los derrotaron en la final.

Ayer Luis Fabiano en una misma jugada homenajeó a Pelé y a Tulio. Esperemos que a partir de ahora se dedique a homenajear a Muller, aquel mediocre centrodelantero que en Italia 90 se perdió un montón de goles hechos el día en que Argentina, de manera totalmente inmerecida, eliminó a Brasil del Mundial.

La joyita de "O Rei" Pelé




Luis Fabiano jugando al "handball"




El gol de Tulio


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18 de junio de 2010

Voto de silencio (cábala en marcha)

Mientras la selección argentina siga en competición en el mundial de Sudáfrica, no pienso dedicarle ninguna entrada en este blog. No voy a escribir específicamente sobre ella. Hablar, hablaré todo lo que haga falta, pero no voy a escribir. No por que tenga algo en contra. Simplemente, uno tiene sus cábalas.

Una imagen vale más que mil palabras:


Maradonianos ("ambos dos").

16 de junio de 2010

Sonó la flauta: España cae en el debut ante Suiza


Sorpresón. El suizo Gelson llegó antes que Casillas y aprovechó un
rebote para marcar el gol de la victoria ante España.


Entre tantas vuvuzelas atronando en los estadios, parecía que el momento no llegaría. Pero finalmente hoy sonó la flauta y se produjo la primera de las muchas sorpresas que seguramente se sucederán en el Mundial de Sudáfrica: España, el principal favorito junto a Brasil, cayó ante Suiza por un gol a cero.

La selección dirigida por Vicente del Bosque fue fiel a su estilo. Control casi total del juego, movimiento constante del balón, combinaciones largas y complejas para intentar desequilibrar y superar al rival. España tuvo la posesión de la pelota de manera abrumadora pero ese dominio no se tradujo en demasiadas ocasiones claras de gol. Así y todo España tuvo las ocasiones suficientes como para llevarse el triunfo. Pero en el fútbol los porcentajes favorables de nada sirven si la pelotita no entra en el arco rival. Y hoy fue eso lo que sucedió: los de Del Bosque no supieron capitalizar sus oportunidades mientras que los suizos aprovecharon un descuido de la defensa española y, con un poco de fortuna tras una mala salida de Iker Casillas, anotaron el gol que les terminaría dando una victoria histórica: es la primera vez que los helvéticos derrotan a los españoles.

El fútbol se empeña cada tanto en demostrar que el resultado se define al final de los 90 minutos y no antes. Eso es algo que el plantel español ya lo tenía muy claro antes del debut y que a partir de ahora lo tendrá todavía más presente. Otra cosa es la prensa deportiva nacional. Buena parte de los medios y de los aficionados vaticinaban una victoria fácil sobre los suizos y un camino de rosas hasta la final. Vendieron la piel del oso antes de cazarlo. Ahora ya saben que en un Mundial, básicamente, se sufre.

De todas formas, las opciones siguen ahí. Haber ganado a Suiza no hubiera supuesto la consagración como campeones del mundo así como tampoco la derrota significa la eliminación. En el mundial de Italia 90, Argentina cayó por idéntico marcador ante Camerún y se terminó plantando en la final. La propia selección albiceleste debutó ganando en Corea-Japón 2002 y luego no consiguió superar la primera fase.


Chile vuelve a ganar 48 años después

España sigue siendo favorita, aunque ahora está obligada a ganar los dos partidos que le quedan ante Honduras y Chile. La otra “Roja” del grupo, el Chile dirigido por Marcelo Bielsa, también fue fiel a su estilo en su enfrentamiento con Honduras: salió a atacar en todo momento, tomando la iniciativa del juego y buscando el arco rival sin descanso. Y tuvo su merecida recompensa: ganó 1-0. Desde el Mundial de 1962, realizado justamente en su país, que los chilenos no conseguían ganar un partido en una copa del mundo.


Al ataque. El equipo de Bielsa buscó el arco rival en todo momento.

Los equipos de Bielsa son incapaces de especular. La propuesta del Loco es siempre atractiva, aunque como ocurre con las partituras musicales, por muy brillante que éstas sean su ejecución depende de la calidad de sus intérpretes.

Chile no es España. No cuenta en su plantel con tanta calidad técnica pero tiene algunos tipos talentosos (Alexis Sánchez, Matías Fernándes, Mark González) y un equipo muy trabajado y que sabe lo que quiere.

En el partido de hoy, aunque ya tenía el partido asegurado, siguió atacando hasta el último segundo del tiempo añadido. Bielsa es un tipo obsesivo y a veces roza el paroxismo. Técnicos como Mourinho, Rafa Benítez y Héctor Cúper también lo son. La gran diferencia es que Bielsa se desvive por atacar y adueñarse de los partidos, sin importar quien sea el rival, mientras que los otros mencionados se preocupan más de mantener el cero en el arco propio y en no perder. En este blog, como es bien sabido, nos decantamos por la filosofía bielsista.

Como decíamos, Bielsa es obsesivo y meticuloso. Seguramente ya habrá tomado sus buenos apuntes del juego de Suiza, que jugará contra Chile de la misma forma que lo hizo contra España: con el autobús en el área propia y prestos a aprovechar cualquier error del rival en alguna contra. Chile deberá tener cuidado. Contra Honduras dejó muchos espacios atrás, y los suizos lo podrían aprovechar.

El combinado de Bielsa destaca por su voracidad ofensiva, por el ímpetu y la velocidad que le intenta imprimir al juego. Esa es su principal virtud pero también puede convertirse en el mayor de sus defectos. En ataque, la precipitación por acabar las jugadas y el atolondramiento pueden hacer infructuosos los intentos de llegar al arco rival; y a la hora de defender, con frecuencia los futbolistas aparecen como pasados de rosca y terminan atropellando a los rivales, abusando del juego brusco (aunque involuntario) y con desacoples entre líneas que pueden ser muy perjudiciales.

No contar con un plantel brillante suele ser la excusa preferida por buena parte de los directores técnicos para plantear partidos timoratos, con sus equipos a la defensiva, renunciando a ser protagonistas y sin la menor intención de ofrecer un buen espectáculo. Bielsa podría haber optado por este camino para su Chile y muy pocos se lo recriminarían. Pero Bielsa es Bielsa. No en vano es un enamorado del fútbol holandés. Por su ideario futbolístico, pertenece a la misma familia de Cruyff, Van Gaal, Rijkaard y Pep Guardiola. Aunque salvando las distancias, su Chile se parece bastante a España, sobre todo en lo que hace a la no especulación y a la búsqueda del gol.

Chile y España se enfrentarán en la última fecha del grupo H, el viernes 26 de junio. Será un encuentro de ida y vuelta y su resultado será decisivo. Esperemos que al final las dos Rojas consigan pasar de ronda.

4 de junio de 2010

Blogs mundialistas

Por más crisis económica que haya, los mundiales de fútbol siempre generan una atención desmedida. La demanda de información es tal que los grandes medios de comunicación, por más penurias que puedan estar pasando, se ven obligados a hacer un despliegue especial. En el caso de España, prácticamente sin excepción, la oferta televisiva es lamentable. Sensacionalismo, escasas e inexactas referencias sobre las demás selecciones, presentadores y comentaristas más pendientes de hacer chistes y de gritar que de informar … de todo esto y de una retahíla más de defectos que mejor ni hablar se compone el menú televisivo.

Con los diarios, sin embargo, la situación es la contraria. Al menos con algunos diarios. Afortunadamente.

La sección de Deportes de El País es, de lejos, la mejor de todas, un ejemplo de lo que es el buen periodismo deportivo. Posiblemente sea la sección que ofrece el mejor periodismo de deportes escrito en castellano. Además de Ramón Besa, José Sámano, Eduardo Rodrigálvarez, Cayetano Ros, Luís Martín, Eleonora Giovo, Diego Torres y demás redactores, en el diario han tenido la feliz idea, producto de estos tiempos, de añadir blogs a su cobertura del Mundial. Y aprovechando que la empresa tiene en nómina nada menos que a Enric González, pues han lanzado un blog que será efímero (durará hasta que finalice el mundial) pero, qué duda cabe, nos dará enorme placer.

La primera entrada del blog de Enric ha estado dedicada nada menos que a Ricardo Enrique Bochini, el Bocha. Toda una declaración de intenciones. De hecho, el blog se llama “Dibuje maestro”, que es lo que Maradona le dijo al chaplinesco ex volante de Independiente cuando éste ingresó al campo para jugar los últimos minutos de la semifinal contra Bélgica en el mundial de México '86.


Ricardo Bochini, ídolo de Independiente de Avellaneda.

Aunque quienes seguimos a Enric no podemos evitar leer ese “Dibuje Maestro” como un elogio al propio González y una invitación a la escritura.

Aquí el enlace:
http://blogs.elpais.com/dibuje-maestro/

La sección de deportes del diario El Mundo si bien no es tan buena como la de El País, no está nada mal. Y lo mejor, también, viene por el lado de los blogs. Tiene varios pero destaca el de Eduardo Sacheri, autor de la novela “La pregunta de sus ojos”, y coguionista junto a Juan José Campanella en la adaptación para el cine de la misma, que se convirtió en la película “El secreto de sus ojos”.

En su entrada más reciente, Sacheri escribe sobre las razones que pudieron haber llevado a Maradona a aceptar dirigir a la selección argentina y arriesgarse con ello a perder su condición de ídolo indiscutible. Creo que la tesis de Sacheri no es para nada descabellada, sino todo lo contrario.

Aquí el enlace:
http://www.elmundo.es/blogs/deportes/secretosudafrica/

El círculo cerraría y sería perfecto si el gran Juan Villoro también tuviera un blog. He estado rastreando en Internet y vi que incluso en su México natal hay gente que se pregunta si escribirá sobre el mundial. Vive en Barcelona y suele colaborar con el Periódico de Catalunya pero, por el momento, no he encontrado nada. Si alguien llegara a tener noticias, por favor, se lo ruego, ¡avísenme cuánto antes!

Los mundiales son cada cuatro años, ¡así que a leer y a ver fútbol por un tubo y sin remordimientos!




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1 de junio de 2010

Sudáfrica 2010: la cabeza hecha un balón

El 11 de junio, día en que comenzará a rodar la pelota y se iniciará, ¡por fin!, el Mundial de Fútbol de Sudáfrica, está a la vuelta de la esquina. Los nervios ya empiezan a aflorar, la ansiedad crece, a las viejas cábalas de siempre le vamos sacando el polvo para que estén prestas para los momentos adecuados, y al mismo tiempo vamos elucubrando las nuevas, las que se van a sumar a las otras. Y es que en el mundo de los rituales cabuleros, de las supersticiones de toda clase, mucho nunca es suficiente.

Falta poco. Cada vez menos. La cabeza cada vez más redonda. La cabeza hecha un balón. ¡Hermosa metamorfosis!




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