1 de febrero de 2010

Taconazos



Chapeau. Lo de Guti fue para sacarse el sombrero: de reojo vio que venía detrás Benzema y, como se aprecia en la imagen, se la dejó de taco. El defensa y el portero del Depor, engañados, se comieron el amague y el delantero francés no tuvo más que rematar a gol.

Aunque en lo deportivo este último fin de semana tuvo sus cosas negativas (River comenzó el Torneo Clausura con una derrota, el Arsenal pinchó de local contra el Manchester United y se aleja de la pelea por el título en la Premier, y Valverde fue despedido del Villarreal), hubo dos momentos fugaces, dos instantes breves pero suficientes para que la magia se hiciera presente sobre el césped y quedara grabada en las retinas (y seguro que también en las memorias) de los espectadores. Los dos momentos ocurrieron en estadios españoles y por la noche. El sábado el siempre cuestionado Guti dio una nueva muestra de su innegable talento y dejó un taconazo para el recuerdo, tan bueno o mejor que aquel que ejecutó hace unos años en el Santiago Bernabéu y con el que dio un magnífico pase de gol a Zidane.

Llevaba 18 años el Real Madrid sin ganar en cancha del Deportivo de la Coruña. Pero este sábado el conjunto merengue rompió la mala racha ganando 1-3, con dos goles de Benzema y otro de Granero. Pero el titular, lo destacado de ese encuentro, fue el detallazo de Guti, ese taco sublime que le permitió al delantero francés anotar el 0-2 parcial.

Por si fuera poco en la noche del domingo, cuando el Sevilla y el Valencia -los dos únicos equipos que parecen en condiciones de oponer un poco de resistencia a la hegemonía del Barça y del Madrid- se enfrentaban en el Sánchez Pizjuán, otro taconazo iluminó la noche sevillana. En este caso fue un taconazo a la carrera, una especie de rabona al revés, con la que Jesús Navas habilitó a Negredo para que éste culminara, de forma aún más brillante, el contraataque que significó el 2-0 parcial para los locales. Negredo, un delantero tanque pero de gran calidad y que ya empezaba a ser cuestionado, recibió el balón en carrera y, sobre el borde del área grande, soltó una vaselina al mejor estilo del viejo Raúl para enviar el balón a la red. El cuero voló suavemente por encima del manotazo estéril de César, que se vio burlado por la definición sutil y precisa del goleador oriundo de Vallecas.

Jugadas como las de Guti-Benzema y de Navas-Negredo uno no se cansa de aplaudir ni de rememorarlas una y otra vez. Es cierto que le complican a uno la conciliación del sueño nocturno. Pero, que duda cabe, provocan también que uno empiece la semana con buena cara, pese a que las ojeras y los bostezos at the office se empeñen en sugerir lo contrario.

Por si alguno/a aún no ha podido ver estas jugadas, pinchando aquí podrán acceder a estos y a otros maravillosos taconazos, seleccionados por el equipo de Informativos de RTVE.


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