Los cuatro fantásticos. Alonso, Schumacher, Button y Hamilton, los cuatro campeones mundiales en activo, son junto a Vettel y Massa los principales candidatos a quedarse con el título este año.
El gran circo de la Fórmula vuelve a ponerse en marcha. Este domingo toca el Gran Premio de Bahrein, carrera inaugural de un campeonato que se presume será de los más atractivos de los últimos años. Lo cierto es que la parrilla tiene este año todos los ingredientes para hacer las delicias de los seguidores: Alonso a los mandos de un Ferrari y con un experimentado Felipe Massa de compañero; el regreso de Michael Schumacher, el piloto más ganador de todos los tiempos en la máxima categoría; Lewis Hamilton y Jenson Button, los dos últimos campeones, compartiendo equipo en un McLaren más británico que nunca; y un consolidado Sebastian Vettel, que amenaza seriamente con llevarse el gato al agua al final de la temporada.
Con sólo un campeonato de pilotos ganado en el último lustro (Raikkonen en 2007), Ferrari está obligado a ganar. Todas las miradas están puestas sobre la escudería italiana, que ha conseguido el sueño de muchos: que Fernando Alonso se vista de rojo. Luego de pasarse dos años luchando inútilmente en un Equipo Renault en horas bajas, el piloto español, dos veces campeón del mundo, volverá a tener un coche ganador en sus manos. Pero no lo tendrá fácil. Su compañero de equipo, el brasileño Felipe Massa, también quiere que este sea, de una buena vez, su año. Luego de que se le escapara el mundial del 2008 por una curva y de sufrir el año pasado un accidente que casi le cuesta la vida, el corredor paulista quiere sumarse al selecto grupo de campeones mundiales.
Al menos en teoría, el campeonato 2010 estará tremendamente competido. A priori son cuatro los equipos con serias aspiraciones a la victoria. Es decir que 8 pilotos dispondrán de coches ganadores. Además de los dos Ferrari, destacan los McLaren de Lewis Hamilton y Jenson Button; los Mercedes de Nico Rosberg y Michael Schumacher y los Red Bull de Sebastian Vettel y Mark Webber.
La victoria conseguida el año pasado le ha supuesto a Button liberarse de la etiqueta de eterna promesa inglesa. Opacado por la fulgurante aparición de su compatriota Hamilton en 2007, Button ha recuperado el prestigio perdido y ganado nuevos galones. Está por ver cómo gestionan en McLaren el tener a dos gallitos de este calado en el mismo corral. La tormentosa convivencia experimentada por el mismo Hamilton con Fernando Alonso es el antecedente de una situación que no pocos creen que volverá a repetirse.
También despierta enormes expectativas el “Retorno del Rey”. Ausente las últimas tres temporadas, Schumacher vuelve a la actividad con 41 años. Está por ver si la inactividad le pasa factura. Pero lo que es seguro es que una buena máquina no le va a faltar: su amigo el mago Ross Brawn, con el que el Kaiser ganó sus siete títulos mundiales, volvió a dejar claro el año pasado con Brawn GP su enorme capacidad de hacer coches ganadores.
Y también están los Red Bull de Adrian Newey, el otro mago en lo que al diseño de bólidos de carrera se refiere. El australiano Max Webber y el alemán Sebastian Vettel darán guerra, y mucho. Tanto que no sorprendería a nadie que uno de ellos termine en lo más alto del podio al final del campeonato. Está cantado que el joven piloto teutón será algún día campeón mundial. Y el 2010 puede ser su año.
En fin, que el domingo empieza un campeonato que no generaba tanta expectación desde los años de Senna-Prost.
A las 13 hs de España rugirán los motores en Bahrein. Yo estaré frente a la pantalla con mi termo de mate y sus correspondientes facturas (unos mini croissiants buenísimos que hacen a la vuelta de casa) haciendo fuerzas por Alonso y dispuesto a disfrutar como un enano de un campeonato que promete mucha diversión.
Con sólo un campeonato de pilotos ganado en el último lustro (Raikkonen en 2007), Ferrari está obligado a ganar. Todas las miradas están puestas sobre la escudería italiana, que ha conseguido el sueño de muchos: que Fernando Alonso se vista de rojo. Luego de pasarse dos años luchando inútilmente en un Equipo Renault en horas bajas, el piloto español, dos veces campeón del mundo, volverá a tener un coche ganador en sus manos. Pero no lo tendrá fácil. Su compañero de equipo, el brasileño Felipe Massa, también quiere que este sea, de una buena vez, su año. Luego de que se le escapara el mundial del 2008 por una curva y de sufrir el año pasado un accidente que casi le cuesta la vida, el corredor paulista quiere sumarse al selecto grupo de campeones mundiales.
Al menos en teoría, el campeonato 2010 estará tremendamente competido. A priori son cuatro los equipos con serias aspiraciones a la victoria. Es decir que 8 pilotos dispondrán de coches ganadores. Además de los dos Ferrari, destacan los McLaren de Lewis Hamilton y Jenson Button; los Mercedes de Nico Rosberg y Michael Schumacher y los Red Bull de Sebastian Vettel y Mark Webber.
La victoria conseguida el año pasado le ha supuesto a Button liberarse de la etiqueta de eterna promesa inglesa. Opacado por la fulgurante aparición de su compatriota Hamilton en 2007, Button ha recuperado el prestigio perdido y ganado nuevos galones. Está por ver cómo gestionan en McLaren el tener a dos gallitos de este calado en el mismo corral. La tormentosa convivencia experimentada por el mismo Hamilton con Fernando Alonso es el antecedente de una situación que no pocos creen que volverá a repetirse.
También despierta enormes expectativas el “Retorno del Rey”. Ausente las últimas tres temporadas, Schumacher vuelve a la actividad con 41 años. Está por ver si la inactividad le pasa factura. Pero lo que es seguro es que una buena máquina no le va a faltar: su amigo el mago Ross Brawn, con el que el Kaiser ganó sus siete títulos mundiales, volvió a dejar claro el año pasado con Brawn GP su enorme capacidad de hacer coches ganadores.
Y también están los Red Bull de Adrian Newey, el otro mago en lo que al diseño de bólidos de carrera se refiere. El australiano Max Webber y el alemán Sebastian Vettel darán guerra, y mucho. Tanto que no sorprendería a nadie que uno de ellos termine en lo más alto del podio al final del campeonato. Está cantado que el joven piloto teutón será algún día campeón mundial. Y el 2010 puede ser su año.
En fin, que el domingo empieza un campeonato que no generaba tanta expectación desde los años de Senna-Prost.
A las 13 hs de España rugirán los motores en Bahrein. Yo estaré frente a la pantalla con mi termo de mate y sus correspondientes facturas (unos mini croissiants buenísimos que hacen a la vuelta de casa) haciendo fuerzas por Alonso y dispuesto a disfrutar como un enano de un campeonato que promete mucha diversión.
P.D.: Habrá que ver qué puede (o qué le dejan) hacer Nico Rosberg con un coche teóricamente igual que el de Schumi. Y también será interesante ver en qué nivel está Renault. Si a Kubica le dan un buen coche, el polaco le planta cara a cualquiera.
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