En el post anterior hablaba de la web El Chigüire Bipolar, de la ironía y la mala leche que tienen a la hora de enfocar asuntos relacionados, principalmente, con la actualidad política. Llegué hasta esa página porque son ellos los creadores de la serie animada Isla Presidencial, una serie que con apenas dos episodios ya ha dado mucho que hablar.
Se trata de una especie de Lost en versión animada e iberoamericana, en la que el gran protagonista es el presidente venezolano Hugo Chávez, perfectamente secundado por otros mandatarios de Iberoamérica e inclusive por el Rey Juan Carlos, que en un momento imita a Leonardo Di Caprio y su recordado “¡Soy el Rey del mundo!” en Titanic.
La animación recuerda un poco a South Park y otro tanto a las de Aardman (Wallace & Gromit). Las voces y los acentos, de las que se ha encargado la misma persona, son excelentes, especialmente en el caso de Hugo Chávez. Todo lo que sucede, más las frases y las ocurrencias de los protagonistas, aunque disparatado, no llega a ser del todo inverosímil en algunos momentos, teniendo en cuenta los habituales exabruptos a los que el líder bolivariano nos tiene acostumbrados.
La historia
Luego de una cumbre de mandatarios, los líderes iberoamericanos Cristina Fernández de Kirchner (Argentina), Álvaro Uribe (Colombia), Evo Morales (Bolivia), Michelle Bachelet (Chile), Lula Da Silva (Brasil), Rafael Correa (Ecuador), Felipe Calderón (México), Daniel Ortega (Nicaragua) y José Luis Rodríguez Zapatero (España), junto a Chávez y al Rey Juan Carlos, comparten viaje en un exclusivo crucero donde la gran juerga está a la orden del día y el tequila corre de manera desenfrenada.
El barco termina chocando contra una enorme roca (estamos en el Caribe, por tanto no hay icebergs como en Titanic), luego se hunde y los célebres mandatarios quedan abandonados en una isla en la que empezarán a ocurrir cosas extrañas y donde las teorías conspirativas no tardarán en aparecer, con el mismísimo Barack Obama acechando desde lo alto de una palmera.
Para muestra del humor de esta serie muy lograda, basta con las confidencias que un Chávez al borde de la desesperación pero con su particular entonación y vehemencia, les hace al resto de los mandatarios: “Les voy a confesar algo pero no lo repitan, porque lo niego. ¡Me hace falta Bush, chico!… el negrito (por Obama) está bien, se ve buena gente, pero… ¡pero con Mr. Danger (por Bush) había más pasión, más drama, chico…!”. O con esta otra: “…Fidel…Fidel prefiere las PC. ¡Yo en cambio soy demasiado Mac! Él dice que es porque puede conseguirlo en un chino baratico, jajaja…”.
Debajo, los dos episodios emitidos hasta la fecha. Valen la pena:
Se trata de una especie de Lost en versión animada e iberoamericana, en la que el gran protagonista es el presidente venezolano Hugo Chávez, perfectamente secundado por otros mandatarios de Iberoamérica e inclusive por el Rey Juan Carlos, que en un momento imita a Leonardo Di Caprio y su recordado “¡Soy el Rey del mundo!” en Titanic.
La animación recuerda un poco a South Park y otro tanto a las de Aardman (Wallace & Gromit). Las voces y los acentos, de las que se ha encargado la misma persona, son excelentes, especialmente en el caso de Hugo Chávez. Todo lo que sucede, más las frases y las ocurrencias de los protagonistas, aunque disparatado, no llega a ser del todo inverosímil en algunos momentos, teniendo en cuenta los habituales exabruptos a los que el líder bolivariano nos tiene acostumbrados.
La historia
Luego de una cumbre de mandatarios, los líderes iberoamericanos Cristina Fernández de Kirchner (Argentina), Álvaro Uribe (Colombia), Evo Morales (Bolivia), Michelle Bachelet (Chile), Lula Da Silva (Brasil), Rafael Correa (Ecuador), Felipe Calderón (México), Daniel Ortega (Nicaragua) y José Luis Rodríguez Zapatero (España), junto a Chávez y al Rey Juan Carlos, comparten viaje en un exclusivo crucero donde la gran juerga está a la orden del día y el tequila corre de manera desenfrenada.
El barco termina chocando contra una enorme roca (estamos en el Caribe, por tanto no hay icebergs como en Titanic), luego se hunde y los célebres mandatarios quedan abandonados en una isla en la que empezarán a ocurrir cosas extrañas y donde las teorías conspirativas no tardarán en aparecer, con el mismísimo Barack Obama acechando desde lo alto de una palmera.
Para muestra del humor de esta serie muy lograda, basta con las confidencias que un Chávez al borde de la desesperación pero con su particular entonación y vehemencia, les hace al resto de los mandatarios: “Les voy a confesar algo pero no lo repitan, porque lo niego. ¡Me hace falta Bush, chico!… el negrito (por Obama) está bien, se ve buena gente, pero… ¡pero con Mr. Danger (por Bush) había más pasión, más drama, chico…!”. O con esta otra: “…Fidel…Fidel prefiere las PC. ¡Yo en cambio soy demasiado Mac! Él dice que es porque puede conseguirlo en un chino baratico, jajaja…”.
Debajo, los dos episodios emitidos hasta la fecha. Valen la pena:
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