Sorpresón. El suizo Gelson llegó antes que Casillas y aprovechó un
rebote para marcar el gol de la victoria ante España.
Entre tantas vuvuzelas atronando en los estadios, parecía que el momento no llegaría. Pero finalmente hoy sonó la flauta y se produjo la primera de las muchas sorpresas que seguramente se sucederán en el Mundial de Sudáfrica: España, el principal favorito junto a Brasil, cayó ante Suiza por un gol a cero.
La selección dirigida por Vicente del Bosque fue fiel a su estilo. Control casi total del juego, movimiento constante del balón, combinaciones largas y complejas para intentar desequilibrar y superar al rival. España tuvo la posesión de la pelota de manera abrumadora pero ese dominio no se tradujo en demasiadas ocasiones claras de gol. Así y todo España tuvo las ocasiones suficientes como para llevarse el triunfo. Pero en el fútbol los porcentajes favorables de nada sirven si la pelotita no entra en el arco rival. Y hoy fue eso lo que sucedió: los de Del Bosque no supieron capitalizar sus oportunidades mientras que los suizos aprovecharon un descuido de la defensa española y, con un poco de fortuna tras una mala salida de Iker Casillas, anotaron el gol que les terminaría dando una victoria histórica: es la primera vez que los helvéticos derrotan a los españoles.
El fútbol se empeña cada tanto en demostrar que el resultado se define al final de los 90 minutos y no antes. Eso es algo que el plantel español ya lo tenía muy claro antes del debut y que a partir de ahora lo tendrá todavía más presente. Otra cosa es la prensa deportiva nacional. Buena parte de los medios y de los aficionados vaticinaban una victoria fácil sobre los suizos y un camino de rosas hasta la final. Vendieron la piel del oso antes de cazarlo. Ahora ya saben que en un Mundial, básicamente, se sufre.
De todas formas, las opciones siguen ahí. Haber ganado a Suiza no hubiera supuesto la consagración como campeones del mundo así como tampoco la derrota significa la eliminación. En el mundial de Italia 90, Argentina cayó por idéntico marcador ante Camerún y se terminó plantando en la final. La propia selección albiceleste debutó ganando en Corea-Japón 2002 y luego no consiguió superar la primera fase.
Chile vuelve a ganar 48 años después
La selección dirigida por Vicente del Bosque fue fiel a su estilo. Control casi total del juego, movimiento constante del balón, combinaciones largas y complejas para intentar desequilibrar y superar al rival. España tuvo la posesión de la pelota de manera abrumadora pero ese dominio no se tradujo en demasiadas ocasiones claras de gol. Así y todo España tuvo las ocasiones suficientes como para llevarse el triunfo. Pero en el fútbol los porcentajes favorables de nada sirven si la pelotita no entra en el arco rival. Y hoy fue eso lo que sucedió: los de Del Bosque no supieron capitalizar sus oportunidades mientras que los suizos aprovecharon un descuido de la defensa española y, con un poco de fortuna tras una mala salida de Iker Casillas, anotaron el gol que les terminaría dando una victoria histórica: es la primera vez que los helvéticos derrotan a los españoles.
El fútbol se empeña cada tanto en demostrar que el resultado se define al final de los 90 minutos y no antes. Eso es algo que el plantel español ya lo tenía muy claro antes del debut y que a partir de ahora lo tendrá todavía más presente. Otra cosa es la prensa deportiva nacional. Buena parte de los medios y de los aficionados vaticinaban una victoria fácil sobre los suizos y un camino de rosas hasta la final. Vendieron la piel del oso antes de cazarlo. Ahora ya saben que en un Mundial, básicamente, se sufre.
De todas formas, las opciones siguen ahí. Haber ganado a Suiza no hubiera supuesto la consagración como campeones del mundo así como tampoco la derrota significa la eliminación. En el mundial de Italia 90, Argentina cayó por idéntico marcador ante Camerún y se terminó plantando en la final. La propia selección albiceleste debutó ganando en Corea-Japón 2002 y luego no consiguió superar la primera fase.
Chile vuelve a ganar 48 años después
España sigue siendo favorita, aunque ahora está obligada a ganar los dos partidos que le quedan ante Honduras y Chile. La otra “Roja” del grupo, el Chile dirigido por Marcelo Bielsa, también fue fiel a su estilo en su enfrentamiento con Honduras: salió a atacar en todo momento, tomando la iniciativa del juego y buscando el arco rival sin descanso. Y tuvo su merecida recompensa: ganó 1-0. Desde el Mundial de 1962, realizado justamente en su país, que los chilenos no conseguían ganar un partido en una copa del mundo.
Al ataque. El equipo de Bielsa buscó el arco rival en todo momento.
Los equipos de Bielsa son incapaces de especular. La propuesta del Loco es siempre atractiva, aunque como ocurre con las partituras musicales, por muy brillante que éstas sean su ejecución depende de la calidad de sus intérpretes.
Chile no es España. No cuenta en su plantel con tanta calidad técnica pero tiene algunos tipos talentosos (Alexis Sánchez, Matías Fernándes, Mark González) y un equipo muy trabajado y que sabe lo que quiere.
En el partido de hoy, aunque ya tenía el partido asegurado, siguió atacando hasta el último segundo del tiempo añadido. Bielsa es un tipo obsesivo y a veces roza el paroxismo. Técnicos como Mourinho, Rafa Benítez y Héctor Cúper también lo son. La gran diferencia es que Bielsa se desvive por atacar y adueñarse de los partidos, sin importar quien sea el rival, mientras que los otros mencionados se preocupan más de mantener el cero en el arco propio y en no perder. En este blog, como es bien sabido, nos decantamos por la filosofía bielsista.
Como decíamos, Bielsa es obsesivo y meticuloso. Seguramente ya habrá tomado sus buenos apuntes del juego de Suiza, que jugará contra Chile de la misma forma que lo hizo contra España: con el autobús en el área propia y prestos a aprovechar cualquier error del rival en alguna contra. Chile deberá tener cuidado. Contra Honduras dejó muchos espacios atrás, y los suizos lo podrían aprovechar.
El combinado de Bielsa destaca por su voracidad ofensiva, por el ímpetu y la velocidad que le intenta imprimir al juego. Esa es su principal virtud pero también puede convertirse en el mayor de sus defectos. En ataque, la precipitación por acabar las jugadas y el atolondramiento pueden hacer infructuosos los intentos de llegar al arco rival; y a la hora de defender, con frecuencia los futbolistas aparecen como pasados de rosca y terminan atropellando a los rivales, abusando del juego brusco (aunque involuntario) y con desacoples entre líneas que pueden ser muy perjudiciales.
No contar con un plantel brillante suele ser la excusa preferida por buena parte de los directores técnicos para plantear partidos timoratos, con sus equipos a la defensiva, renunciando a ser protagonistas y sin la menor intención de ofrecer un buen espectáculo. Bielsa podría haber optado por este camino para su Chile y muy pocos se lo recriminarían. Pero Bielsa es Bielsa. No en vano es un enamorado del fútbol holandés. Por su ideario futbolístico, pertenece a la misma familia de Cruyff, Van Gaal, Rijkaard y Pep Guardiola. Aunque salvando las distancias, su Chile se parece bastante a España, sobre todo en lo que hace a la no especulación y a la búsqueda del gol.
Chile y España se enfrentarán en la última fecha del grupo H, el viernes 26 de junio. Será un encuentro de ida y vuelta y su resultado será decisivo. Esperemos que al final las dos Rojas consigan pasar de ronda.
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